El enojo en 10 preguntas


Diez preguntas básicas acerca del enojo

1- ¿Porqué nos enojamos?
Nos enojamos cuando algo nos frustra: desde algo tan pequeño como un atascamiento de tránsito hasta una amenaza a mi integridad física o a mi honor. Los motivos son variadísimos y los grados de intensidad también, pero todos tienen un elemento común: debajo de cada enojo hay una frustración.

2- ¿Cumple alguna función el enojo?
Veamos un ejemplo: Un amigo me prometió que me devolvería un libro y cuando llega me dice que se olvidó. Mi deseo de recuperar el libro se frustra y ese deseo frustrado se convierte en enojo. La función esencial del enojo es darme más energía para enfrentar el obstáculo que produce mi frustración. El tema fundamental acá es si yo he aprendido a canalizar adecuadamente esa fuerza, o no. Ese aprendizaje es una de las tareas más significativas que los seres humanos necesitamos realizar.

3- ¿De donde surge la idea de que enojarse es algo malo?
Surge de todo lo que en general hacemos cuando no sabemos encauzar la energía del enojo. Me gusta citar una frase de Marco Aurelio, que en el siglo ll dijo: "¡Cuánto más penosas son las consecuencias del enojo que las causas que lo produjeron!". Es muy hermosa y sintetiza muy bien lo que es la inadecuada utilización de esa energía. Por esta razón es fundamental que distingamos dos tipos de enojo: el enojo que destruye y el enojo que resuelve. La idea que tenemos del enojo como algo malo es a partir del enojo que destruye, que es, lamentablemente, la manera más frecuente que tenemos de enojarnos. Pero por eso mismo es bueno saber que esa no es la única forma del enojo.

4- ¿En qué se diferencia una de la otra?
Volvamos al ejemplo del libro que mi amigo no trajo. El enojo que siento puedo encauzarlo en dos grandes direcciones. Puedo decirle: ¡Sos un egoísta, siempre el mismo irresponsable!, .¡sos un falso!. En vos no se puede confiar…! En ese caso he utilizado mi enojo para herir, castigar y hacer sufrir a mi amigo por lo que hizo.Cuando hago eso, no es por maldad. Es porque creo que sentir y expresar enojo es así: insultar, castigar y hacer sufrir. Cuando reacciono de ese modo, el otro, en este caso mi amigo que se siente herido por lo que le dije, responde, generalmente con otro agravio: ¡Y vos siempre el mismo autoritario, crees que todos somos tus esclavos, sos un déspota! También me recuerda otras situaciones en las que yo lo herí y me dice: Vos sos el egoísta irresponsable y manipulador. Sos un hipócrita!.
Y así seguimos, de insulto en insulto. La intensidad continúa creciendo, cada vez nos herimos más, y al rato estamos los dos lastimados y resentidos. Ninguno quiere saber más nada con el otro…. y el libro no lo recuperé. Este es un ejemplo del típico enojo que destruye. Es muy común oír después de una gran pelea en la que todos han quedado muy heridos: ¿Por qué era que empezó esta discusión?

5- ¿Cómo es el enojo que resuelve?
Allí dirijo ese plus de energía sobre el obstáculo que me frustra. En este mismo ejemplo le puedo decir a mi amigo, con toda la intensidad con la que lo sienta: ¡Estoy muy frustrado y enojado. Vos prometiste que me ibas a traer el libro y yo contaba con él. Lo necesito. Vamos a ver cómo me lo podés acercar. O llamás a alguien para que lo traiga o llamamos a una mensajería. Fijate qué se te ocurre…! Y ahí me quedo esperando y demandando una respuesta. Cuando concentro mi energía en esa dirección el enojo cumple su propósito esencial: darme más energía para tratar de resolver el obstáculo que me frustra. Este tipo de enojo se apoya en dos pilares: expresar lo que siento ante lo que sucedió y demandar la respuesta que me "des-enojaría".Expresar la frustración y el enojo que me produce la situación es necesario para mí, para desahogar lo que me pasa y es necesario para el otro, para que pueda saber lo que me ocurre a mí ante lo que hizo, porque ese es además uno de los motores que lo ayudarán a cambiar su actitud. Cuando se cuánto le molesta a una persona mi impuntualidad eso es algo que me ayuda a que lo tenga en cuenta y me dispone a tratar de ser más puntual. Expresar lo que siento no quiere decir enjuiciar al otro. Son dos respuestas muy distintas que es necesario aprender a distinguir con claridad. Una cosa es decir: ¡estoy muy enojado por lo que hiciste!, y otra muy distinta es decir: ¡Sos una basura, (una mala persona, una porquería, etc.) por ésto que hiciste!. En última instancia la esencia del enojo que resuelve es autoafirmarse con claridad, fuerza y respeto. Y para eso no es necesario descalificar ni agraviar, ni insultar. Me concentro en la acción que me frustra y demando una solución.

6- ¿Qué sucede cuando no puede haber reparación en el presente?
Por ejemplo cuando alguien llega tarde, me deja una hora esperando y eso no tiene arreglo porque ya ocurrió. En ese caso lo que uno puede hacer es, además de decir lo que siente, orientar la demanda hacia el futuro. Generar algún acuerdo para que no vuelva a ocurrir. La clave es descubrir en cada caso la situación que me des-enojaría. Yo sugiero a mis alumnos que cuando un enojo es intenso y los confunde se formulen la siguiente pregunta: ¿qué tendría que ocurrir acá para que mi enojo cese? Esa pregunta tiene la virtud de enfocar la mente sobre el punto central de la cuestión que es precisamente cómo se resuelve ese problema que me enoja.

7- ¿Qué pasa cuando la persona con quien estoy enojado es alguien a quien quiero?
Mucha gente cree que si le tengo afecto a una persona no puedo enojarme con ella, que tengo que cerrar los ojos y dejar pasar porque es: o el afecto o el enojo. Y en realidad no es así, es más bien todo lo contrario. Una de las cosas que más ayuda a hacer resolutivo el enojo es expresar el enojo con afecto. Puede parecer una contradicción insalvable en sí misma pero no es así, es simplemente recordar, cuando esa es la situación, que la persona con quien estoy enojado es alguien a quien, además, le tengo afecto. Entonces se pasa del: "Porque le tengo afecto no me puedo enojar" a "porque siento que le tengo afecto es que le puedo expresar mi enojo cuando lo siento".

8- ¿Cómo reaccionar ante el enojo de los demás?
Cuando uno aprendió a enojarse respetuosamente y lo hace, se da cuenta con más claridad cómo es el enojo del otro: si es resolutivo o destructivo (o cuánto hay de cada uno). Entonces puede distinguir qué parte de verdad puede haber en ese enojo y que reparación requiere y cuánto hay de enjuiciamiento, agravio o maltrato, que es parte de la inmadurez y la ignorancia de quien se enoja así. Cuando establezco esa distinción ya estoy en mejores condiciones de no quedar sometido al modo destructivo del enojo del otro.

9- ¿Cuál es la causa del enojo explosivo y desproporcionado con la situación?
Ese es el tema de la acumulación del enojo. Cuando uno no aprendió a expresar el enojo tiende a retenerlo, y se va acumulando. Entonces alguna situación menor activa el enojo acumulado y sale con una intensidad desproporcionada que desconcierta al otro, y a veces también a uno mismo. Por esto es bueno estar al día con los enojos, pero para eso es necesario haber aprendido a expresarlos de un modo resolutivo. Si no, inevitablemente uno tiende a callar por temor a complicar más las cosas.

10- ¿Qué sucede cuando el enojo es con uno mismo?
Uno no se enoja consigo mismo de un modo global si no con alguna parte de sí. Por ejemplo: la parte insegura, miedosa, exigente, etc. Por lo tanto lo primero es descubrir con qué parte propia estoy enojado. Es útil imaginar que esa parte está enfrente y expresarle el enojo tal como lo siento. En el universo interior el enojo también puede ser destructivo o resolutivo. La mejor manera de saberlo es ponerse en el lugar de quien recibió ese enojo y observar cómo se siente al oírlo: si destruida o ayudada.Si se siente destruida, la tarea es clara: aprender a enojarme con ella de un modo tal que ese enojo le exprese mi desacuerdo de una manera que la enriquezca y la estimule a evolucionar en la dirección deseada. Ese aprendizaje es el mejor punto de partida para aplicarlo después en el trato con los otros y es, en última instancia la esencia de la Autoasistencia Psicológica, que consiste precisamente en aprender a relacionarme con la parte de mí que no me gusta de un modo que la ayude genuinamente a transformarse.

Autor: Dr. Norberto Levy.


http://www.autoasistencia.com.ar/norbertolevy/norbertolevy.html

Bibliografía del autor
El Asistente interior (Ed. Nuevo extremo).
La Sabiduría de las emociones (Ed. Sudamericana)
Aprendices del amor (Ed. Grijalbo)


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25 comentarios:

julio-entuinterior dijo...

Lo bueno sería no llegar a enojarse por nada. Estar disfrutando de una experiencia interior, que relativizara todas esa causas que pueden ser motivo de enojo.
Pero no se por qué, me parece esto un poco dificil de conseguir; aunque tal vez no lo sea.

Un abrazo, Lidia

Lidia M. Domes dijo...

Julio:
Creo que no enojarse por nada es la culminaci�n de nuestra armon�a, pero, mientras tanto, tener alguna forma de ver qu� hacer si nos pasa, creo que no est� dem�s.

Un tiempo atr�s me hab�a propuestyo no enojharme m�s...entonces, me enojaba igual, o peor, pero no lo demostraba!!!!
Y as� fui juntando desarmon�a que todav�a ando sanando, cuando aparece frente a m� casi siempre en el espejo de los otros...

Ahora siento de otra forma, pero a veces me enojo, y prefiero reconocerlo!!!(cada vez me enojo menos...)
Creo que es parte del proceso... me llevas ventaja en esto...
Tus palabras siempre me resultan oportunas!!!Gracias!

Un abrazo!!!

Lidia

julio-entuinterior dijo...

Alto, alto, Lidia que no he dicho que esté libre de enojos. Me enojo alguna vez pero soy consciente de que cuando ocurre esto es porque no estoy en el "punto" que debería estar.
Aunque, en estos casos, me aplico el cuento de que lo importante no es caer sino levantarse y hacer nuevo propósito de enmienda.

Un abrazo

Lidia M. Domes dijo...

Sí, Julio, somos humanos y nos cuesta , pero lo principal es darse cuenta!!! y "hacer nuevo propósito de enmienda" me encantó, siempre aprendo algo!!!
Un abrazo!!!

Lidia

Recursos para tu blog - Ferip - dijo...

Hola Lidia!

Importante el tema de hoy.
El enojo, esa frustración que sentimos cuando algo no concuerda con nuestros parámetros.

Es importante cómo reaccionamos, ya lo creo, que sea constructivo, y no dañino...porque el enojo mal canalizado, destruye. Aunque es bueno, como aclarás.
Los enojos son el espejo de nuestro corazón, al igual que cualquier sentimiento.
Que aprendamos a ser felices!

Un besito :)

Manuel dijo...

¿Enojarme?
¡Que se enoje otro!

Mireya dijo...

Que buen tema!! convivo con él desde que nací aunque ultimamente somos mas amigos!! me encanta como esta tu blog y vi que estas en blogs colectivos!! felicitaciones, a que convivencia vas? besos

Silvia Cristina Cuesta dijo...

¿Vale la pena enojarse?
Hacia muchísimo que no me enojaba conmigo misma!
Pero me dieron un abrazo y me deshenojé!!
Aprendamos a no enojarnos!!!!
NO VALE LA PENA!!!!

Un beso Silvia

Lidia M. Domes dijo...

Ferípula:
A veces mirarlo desde otro lugar nos aclara un poco, esto de que el enojo nos muestra fuerza, por ejemplo, fue novedoso para mi!

Manuel:
Y qué hacemos cuando el otro se enoja???? También es un tema a considerar!!!!

Mireya:
Un gusto tenerte de visita, con vos di mis primeros pasos...(en el Mundo Bloggero, digo!!!)

Y quién puede decir que nunca se enoja???Lo que importa es usar el enojo (el mío o el de otros), de forma constructiva!!!!

Silvia:
Cuando te das cuenta, es porque ya te enojaste!!! sea con vos misma o con otros!!!Si lo integro, actúo, me abrazan y lo suelto, ya está!!! Misión del enojo cumplida: ligaste un abrazo de regalo!!!!

Besos a todos!!!

Lidia

celebrador dijo...

¿Te has dado cuenta que cuando estás enamorado, aparte de mbailar entre nubes todo el día, no hay forma de que te enojes por nada?

El enojo es síntoma de una ausencia, una ausencia de ese enamoramiento; para mí empezando por enamorarse de la existencia misma, y luego pueden venir otros enamoramientos a borbotones

Es como la oscuridad, es síntoma de una ausencia, la ausencia de luz

SÓLO EL AMOR ES REAL dijo...

Es el EGO, es el ego el que se enoja, es el ego el que se enoja porque se frustra su deseo de dominar el mundo o al menos su mundo....

Paz,

Isaac

Anónimo dijo...

El enojo..muy buen tema.
Yo no me enojo mucho, pero creo que guardo cosas dentro, y eso no es bueno tampoco.
Ningún extremo es bueno no?
Te dejo un beso muy grande.

Anónimo dijo...

Lidia: mil gracias por la presentación del surrealismo en la cocina. Me encantó!
Ya tomaré parte de esas fotos para complementar mi blog.
Un abrazo de luz

Opalo dijo...

Me gusto mucho este articulo, Lidia.

Se dice que el enojo es una de las primeras barreras que debemos vencer para poder evolucionar.

Un abrazo

Lidia M. Domes dijo...

Celebrador:
Me he dado cuenta y me gusta mucho sentirme así…
Pero lamento decir que no me pasa todo el tiempo, a veces me ausento!!!!

Isaac:
A veces el muy cretino viene de visita! Y nos damos cuenta cuando ya pasó…
A estar atentos y no dejar que pase, si estamos en armonía, no le dejamos lugar a que suceda!!!!

Miri:
A veces de tanto no querer estar enojadas hacemos eso, lo guardamos, pero si nos damos cuenta, siempre podemos mirar la situación e integrarla, tal cual es…y si miramos así, sin tomar partido, todo vuelve a la armonía recuperamos el equilibrio, amamos nuevamente…

Capricornio:
Ni bien la vi pensé que tal vez te gustaría también a ti…

Opalo:
Puede ser una de las primeras barreras, pero no la única. La culpa también tiene su peso. ¿coincidimos?

Un abrazo para cada uno gracias por pasar y comentar!!!

Lidia

ALEX dijo...

el enojo es una suerte de katarsis. BIEN LLEVADA ES BASTANTE SALUDABLE. EL PROBLEMA GENERALMENTE ES EL MOTIVO. POR LO MENOS YO TRATO DE NO ENOJARME.

Fernando Nerú dijo...

Te vuelvo a felicitar por lo versado e ilustrativo de los temas que en tus blogs tocas...FELICITACIONES.

Ha sido un placer visitar tu casa y como siempre sera un honor recibirte en la mia que tambien es tuya.

Atte Fernando Nerú.

Lidia M. Domes dijo...

Alex:
Que nuestra catarsis no dañe a otros, eso es lo que debemos cuidar...
y si podemos no enojarnos, mejor!!!

Fernando:
Me honras con tu comentario!!!

Lidia

valeria paz dijo...

He aprendido con el tiempo enojarme menos, no darle tanta importancia a lo que no lo tiene....
sigo aprendiendo.
Saludos.

Luli dijo...

Pareciese que el enojo es algo MALO. Nos han enseñado que no debemos enojarnos.

Y entonces ¿qué hacemos con este sentimiento? ¿Cómo sacamos estas emociones poco gratificantes? El cúmulo de enojo ¿podría ser la explicación a la explosión sin razón de miles de personas?

Genial tu artículo

Besos

Nora dijo...

Hola Lidia!!
Muy útil esta nota del enojo.
Me gusta que haya sido de Norberto Levy a quien no lei pero ya me llevan nombrando varias veces. Algún día me encontraré con alguno de sus libros.
Un saludo afectuoso.
Pasión

Lidia M. Domes dijo...

Valeria:
Visto desde otro ángulo, el enojo es, casi siempre, una necesidad de tener razón, y cuando podemos aceptar la Vida como es, nos enojamos menos!!!!

Luli:
Hay muchas cosas que hacemos en automático, casi sin darnos cuenta. Cuando empezamos a mirar-nos podemos ver que nos pasa y obrar en consecuencia. Que nuestra actitud sea accionar o reponder en lugar de reaccionar.

Pasión:
Levy tiene material muy interesante y una mirada amplia!!!

Cariños!!!

Lidia

Anónimo dijo...

el enojo es una nesesidad como anteriormente se avia comentado, nesesidad de sentirnos de nuevo vivos, de nuevo en animos, de aseptarnos a nosotros mismos por desirlo asi,tuve el error de retenerme muchas veses esta frustrasion y esos deseos de gritar al cielo mi sentimiento de agresion, por lo cuel me llevo a muchos problemas ami corta edad den mi adolecensia, si te frsutra algo no te lo quedes puede que mas tarde afecte psicologicamente tu sistema

Anónimo dijo...

Muy bien explicado.

Anónimo dijo...

Puras tonterías si fuera así de fácil usar el enojo como algo tan metodico nadie viviría frustrado

Hay veces que el enojo no se resuelve con ir al parque salir con los amigos tener actividad o sentarte a pensar.

Se llama depresión con frustracion y no se cura así como esta página lo explica