Siento que tal vez haya otra forma, más sencilla y más posible de desprendernos de esos sentimientos negativos que llevamos con nosotros...
A veces nos esforzamos por perdonar acciones o sucesos en los cuales nos sentimos perjudicados, y cuesta tanto si lo miramos así... y si bien a veces nos alivia, a veces no da ningún resultado!!!!
Mi mirada hoy es diferente:
LA VIDA ES y tiene su perfección. Aunque a veces no nos demos cuenta porqué o para que pasan las cosas, todo tiene un sentido y si pasa es por algo y lo acepto.
- Si es algo que tiene que ver conmigo, que me dolió, me ubico internamente frente a la situación y digo:
Qué pena que hayamos tenido que pasar esto…(lo envuelvo en una burbuja de Amor y lo libero).
- Si es algo que yo hice mal, me ubico internamente frente a esa situación y digo:
Lo siento!!! (y, si lo digo desde mi corazón, libero esa situación, la suelto.)
Hay situaciones en la vida que se presentan como un desafío para crecer, para superar nuestro anterior nivel de consciencia, si nos damos cuenta, aprendemos, crecemos, seguimos adelante.
Otras veces nos enojamos con la situación y entonces nos anclamos en la recriminación, en la queja, y allí permanecemos hasta que se presenta una situación similar en contenido, tal vez con otras caras o en otros lugares para darnos la posibilidad de comprender lo que esa situación nos trae como crecimiento, como regalo: a veces tenemos que aprender a resolver concretamente una situación, a veces tenemos que aprender a callar…otras a colaborar en forma silenciosa, sin alardes… Muchas veces el alma nos enfrenta una y otra vez con situaciones similares hasta que logramos aprender…
Otras veces quedamos atrapados en dinámicas familiares, historias no resueltas, pérdidas, exclusiones, olvidos. Y el alma familiar nos lleva a recorrer caminos misteriosos que desde nuestra individualidad resultan incomprensibles…(compensación de situaciones del pasado donde alguien fue excluido u olvidado, o no reconocido).
Cuantas veces nos ha pasado de decir algo en un momento de enojo que luego nos duele más a nosotros mismos que al perjudicado!!!!
Y entonces? No pudo pasarle a otro lo mismo???
Y volvemos una y otra vez a un viejo dicho: ¿necesitas tener razón? Si es eso lo que necesitas, es tu mente que te está gobernando y sería bueno que atiendas un poco más al corazón que te conectes con tu cuerpo y con tus sentimientos, los que brotan como una clara vertiente cuando al corazón lo guía tu alma!!!
Lidia M. Domes