El llamado de tu corazón

Hay grandes diferencias entre vivir según lo que dicta la mente o el corazón, entre ser y hacer y entre comprender algo con la mente y realmente asimililarlo y vivirlo con el corazón.

Vivir según el dictado del corazón es hacer todo aquello que te brinda felicidad, cosas que aunque a otros les parezcan incongruentes o irracionales a ti te llenan de alegría y te hacen sentir pleno, completo.

Vivir con la mente es hacer aquello que consideras que tienes que hacer para parecer integro ante la sociedad o la familia. Esto lleva directo a dejar de ser para hacer, y es que en este mundo la felicidad se asocia al dinero obtenido y no tanto a la plenitud ni a la calidad de vida de las personas.

Ser es vivir el momento presente, dejando de lado el pasado y el futuro para focalizarse en el centro de nuestro ser, el corazón, en el ahora somos Dios, en el ahora creamos el mañana perfecto y en el ahora asimilamos la enseñanza del ayer con amor. Se puede realmente vivir de esa manera, sin embargo muchas veces la mente se aferra a las costumbres asociadas al miedo y al sufrimiento, bloqueando así el flujo de vida al corazón y de esa manera el pasado no se libera y el futuro se crea siguiendo el mismo patrón de miedo o culpa que llena tu presente. Sin embargo, el corazón siempre puede ser liberado y el flujo de energía siempre puede ser restablecido si así lo deseamos, con la simple intención de realmente liberarse y fluir, sin detenerse a pensar en el ayer o temiendo al futuro. El corazón tiene sabiduría y conocimiento también, de hecho es más sabio que la mente, ya que la mente es solo donde se almacenan gran cantidad de datos, algunos en ocasiones inútiles para nuestro ser. El corazón por simple que pueda ser su conocimiento (que siempre esta basado en el amor) es el que contiene las claves para la liberación de nuestro verdadero potencial creador.

La sabiduría del corazón esta asociada a la sabiduría de Dios y puede realmente ser uno con la mente una vez que la mente es equilibrada y sintonizada a la mente de Dios, de esa forma te conviertes en un ser realmente íntegro ya que mente y corazón funcionan como uno. Es tan simple como eso, vivimos haciendo lo que nos da felicidad, en el ahora y de esa forma se libera el flujo de energía al corazón, esto te da gran claridad de pensamiento ya que el corazón mismo se expande hasta cubrir la mente y de esa forma la limpia de todo aquello que ya cumplió su función y no necesitas más. De esta forma te conviertes en un ser íntegro, con una mente y corazón alineados fluyendo con el ritmo de Dios y el universo, creando un mañana perfecto y liberando en amor el pasado.

Escrito por Kai.

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