Del 16 al 30 de julio de 2009, en el Salón de Exposiciones del Castillo de Peñíscola se podrá visitar mi exposición "La Luz reencontrada".
Dicha exposición responde al anhelo de crear una luz propia, basada en el color y asentada en el equilibrio.
Por una parte, y como continuidad de mi anterior exposición "El viaje interior", se presentan varias peceras, que comparten su sonido con el mar y con el mismo Castillo, la figura del pez, ícono cristiano y al mismo tiempo metáfora del mar.
Pero la parte más importante de la exposición es la que aparece como contrapunto de lo citado y de algunos bodegones coloristas. Es, la que basándose en lo puramente geométrico, y dentro de un orden armónico, representa varias formas ideales que son producto de bocetos que realicé en el mismo castillo.
En esta ocasión mi pintura ha intentado establecer un diálogo con el aire del lugar, siguiendo en su construcción con la centralidad y la frontalidad, enfatizando el valor de las formas abstractas puras y contraponiéndolas a fondos líricos o sinfónicos en busca de infinitud y misticismo.
Dicha exposición responde al anhelo de crear una luz propia, basada en el color y asentada en el equilibrio.
Por una parte, y como continuidad de mi anterior exposición "El viaje interior", se presentan varias peceras, que comparten su sonido con el mar y con el mismo Castillo, la figura del pez, ícono cristiano y al mismo tiempo metáfora del mar.
Pero la parte más importante de la exposición es la que aparece como contrapunto de lo citado y de algunos bodegones coloristas. Es, la que basándose en lo puramente geométrico, y dentro de un orden armónico, representa varias formas ideales que son producto de bocetos que realicé en el mismo castillo.
En esta ocasión mi pintura ha intentado establecer un diálogo con el aire del lugar, siguiendo en su construcción con la centralidad y la frontalidad, enfatizando el valor de las formas abstractas puras y contraponiéndolas a fondos líricos o sinfónicos en busca de infinitud y misticismo.
EN CUERPO Y ALMA
Esta obra abre mi exposición en Peñiscola. Fue de las primeras que pinté pensando en el maravilloso Castillo. Luego reuní varios apuntes que dieron pie a una pequeña serie de doce obras (forma ideal, forma revelada), y que tomé en las mismas salas templarias. De esta pequeña serie se van a exponer ocho obras.
HABLA LA LUZ
La que he ganado
-Y la que he perdido-
Con mi esfuerzo generoso
Hoy
Se recrea en lo que pinto...
Como si fuera un músico de jazz, vuelvo a la misma melodía estructural y desarrollo en cada puesta en escena una inesperada visión de lo que tiene como base una misma estructura.
LA FORMA IDEAL
Desvinculada de cualquier intención religiosa o mítica mi pintura es una búsqueda incansable de la forma armónica. El Santo Grial Estético existe en alguna parte. Y tengo la plena confianza de que lo he de encontrar.
Establecer sobre el plano básico del soporte los pesos y direcciones que creen una perfecta relación entre forma y contenido es mi trabajo. Aunar las tensiones ya en sentido vertical, ya en el horizontal, para que la forma se exprese en una serena y profunda libertad, ese es el desafío.
Si acaso, lo que pinto no es icónico, mejor llamarlo eco, gesto del alma que en su anhelo constante por el equilibrio mide y sitúa relaciones.
Quien pensaba que mi pintura era un capricho decorativo no iba mal encaminado, pero la pintura va más allá incluso de su propia revelación.
Escrito por Joan Pinardell
Blog: Café Pessoa
www.joanpinardell.com