La mirada interior: mi madre


Cuando nos damos cuenta
que todo aquello que vemos afuera
refleja nuestro interior
podemos encontrarnos y saber
por donde andamos,
quienes somos,
qué nos duele,
qué nos falta,
cuántos talentos aun no desarrollamos,
cuánto dolor guardamos sin saberlo.

Sólo mirar afuera
y saber
que esa realidad que compartimos
tiene mensajes diferentes
para cada uno de nosotros.

Entonces, más tranquilos
miramos hacia adentro
con una mirada interna
preguntándonos:
¿donde me perdí de mi camino verdadero,
el que me da alegría de vivir,
el que me hace sentir pleno?

A veces en el momento de nacer,
no pude hacer contacto con mi madre
que no pudo
estar presente para mi,
y entonces,
toda la vida resulta complicada...

Pero ahora puedo
volver a ese instante decisivo
y decirle a mi madre:
GRACIAS
por la vida que me diste
por la oportunidad de estar aquí,
por lo que pudiste y lo que no:
yo tomo todo con amor
y me reconcilio con la vida...

Y dejo que una nube
de color rosado nos envuelva:
a ella con su pena
y a mi con la esperanza
de recuperar mi alegría.

Y respiro ese amor
que AHORA compartimos
dejando que me inunde
y que me sane
todas las heridas...


Lidia M. Domes